No hay mejor ejemplo que las estampas de Rembrandt para
comprobar todo lo que el arte del grabado, un Arte con mayúsculas,
puede dar de sí.
En muchos casos se muestra todo el proceso de creación de una imagen y, a través de las pruebas que el artista iba estampando para comprobar el estado de su trabajo sobre la plancha, se mira a través de sus ojos. Se entienden así sus avances o sus pentimentos, por qué sigue trabajando una zona de la imagen más que otra, por qué con dos rayas de un negro intenso colocadas en el lugar preciso logra crear un ámbito espacial completo, o por qué, en suma, unas figuras están trabajadas con toda minuciosidad a base de miles de trazos finísimos, casi imperceptibles, y otras consisten en una silueta que a veces ni siquiera está cerrada y tienen tanta corporeidad como las anteriores....
Sitio completo: http://expositions.bnf.fr/rembrandt/esp/arret/01.htm
